Los mercadillos, los huevos de Pascua, la música sacra y el cordero en todas las mesas son la cara más tradicional de la Semana Santa checa
En República Checa hay que rebuscar un poco para encontrarse una Semana Santa de exaltación religiosa. En cambio, el visitante se va a tropezar enseguida con las tradiciones de origen pagano que celebran la llegada de la primavera, que es lo mismo que celebrar el triunfo de la vida (o la resurrección).
Del religioso Jueves Verde en el que se silencian las campanas a modo de luto al pagano Lunes de Pascua, en el que tienen lugar tradiciones como el regalo de huevos de Pascua, están el Gran Viernes (Velký pátek), en el que no se come carne y (antes) la gente no trabajaba en el campo para ir a lavarse antes del amanecer a un arroyo; y el Sábado Blanco (Bílá sobota), el día en que se pintan los huevos de colores y se preparan los dulces con forma de cordero.
Por supuesto, la Semana Santa tradicional también llega a las ciudades checas, sobre todo con una actividad que es la principal por su singularidad y vistosidad: los mercadillos de Pascua al aire libre. Los huevos de Pascua menudean, el clásico cordero pascual ocupa las mesas -aunque sea tangencialmente por medio de los mencionados dulces con forma de oveja-, y los palacios, castillos y plazas acogen a actores y músicos por todo el país. Aquí os proponemos algunas de las ideas más frescas para este año:
Del religioso Jueves Verde en el que se silencian las campanas a modo de luto al pagano Lunes de Pascua, en el que tienen lugar tradiciones como el regalo de huevos de Pascua, están el Gran Viernes (Velký pátek), en el que no se come carne y (antes) la gente no trabajaba en el campo para ir a lavarse antes del amanecer a un arroyo; y el Sábado Blanco (Bílá sobota), el día en que se pintan los huevos de colores y se preparan los dulces con forma de cordero.
Por supuesto, la Semana Santa tradicional también llega a las ciudades checas, sobre todo con una actividad que es la principal por su singularidad y vistosidad: los mercadillos de Pascua al aire libre. Los huevos de Pascua menudean, el clásico cordero pascual ocupa las mesas -aunque sea tangencialmente por medio de los mencionados dulces con forma de oveja-, y los palacios, castillos y plazas acogen a actores y músicos por todo el país. Aquí os proponemos algunas de las ideas más frescas para este año: