Exposiciones sobre el diseño, la arquitectura, la evolución del deporte, la vida cotidiana y las aportaciones checas al mundo se suceden entre mayo y junio de 2018
Se cumplen 100 años de la declaración de independencia de Checoslovaquia. Brno, la segunda ciudad del país en extensión y población tras Praga, será la protagonista del centenario, tal como lo hizo hace 90 años, cuando conmemoró la primera década del evento creando los Jardines de la Exposición. Del 26 de mayo al 17 de junio de este año y bajo el nombre de Re:publika, se sucederán los conciertos, actuaciones teatrales, exhibiciones de danza y deportes, encuentros con personalidades de la cultura y el arte y muestras de diseño y arquitectura. Todo ello pondrá definitivamente a Brno en el mapa de las tendencias turísticas.
Entre los diversos espacios y eventos en los que se divide Re:publika destacan Avant Garde, la zona Re:lax, la actuación 100 años, 100 libros y la muestra Historias fotográficas. Avant Garde será el hogar de la arquitectura moderna, el diseño intemporal, la artesanía de alta calidad y la industria de vanguardia. La manera de mostrarlo es a través de historias de la vida cotidiana. En Re:lax los visitantes se encontrarán con una zona chillout en la que también podrán divertirse probando varios deportes tal y como los practicaban los antepasados checoslovacos: desde patines de hielo de la belle epoque a los pacatos atuendos deportivos con los que los atletas locales batieron récords mundiales.
Por su parte, 100 años, 100 libros es una celebración de la literatura checa y eslovaca que asaltará a los visitantes en cualquier lugar de la ciudad: fachadas, aceras, tranvías, billetes o souvenirs. En Historias fotográficas se ha invitado a los ciudadanos de la República Checa a compartir los álbumes familiares para componer un mosaico único de la vida cotidiana del último siglo.
El centenario va a salpicar toda la vida cultural de la capital, que incluye grandes eventos periódicos como el festival Ignis Brunensis, la Bienal de diseño gráfico y la bienal Brno de Janáček.
El patrimonio funcionalista de la capital de Moravia siempre sube a la primera posición en el asombro de los visitantes españoles, poco habituados a este estilo constructivo en el que prima la función por encima de la estética.Tiene su máximo exponente en un cuarteto de villas: Stiassni, Löw- Beer, Jurkovic y Tugendhat, esta última considerada la obra maestra de Mies Van der Rohe, está protegida por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad. El estilo está también presente en uno de los restaurantes más fotogénicos de la ciudad, el Pavillon, y en el café Era, de 1929.
Cientos de planes para el centenario
El proyecto Re:publika se ubica fundamentalmente en los Jardines de la Exposición y conmemora todo el recorrido checo del último siglo: los momentos históricos revolucionarios, los protagonistas más memorables, las victorias más reseñables y las invenciones más señaladas que han salido del país. Todas las instituciones del país se han volcado en esta celebración. Petr Vokral, alcalde de Brno señala que “Re:publika es un área interactiva y de encuentro en la que debatir, relajarse, aprender y divertirse. Hemos querido convertir a cada ciudadano de Brno en cocreador del evento. Hemos pedido ideas creativas a empresarios, asociaciones, clubs, restaurantes y vecinos para que ayudaran a crear el evento y conformaran activamente sus contenidos”.Entre los diversos espacios y eventos en los que se divide Re:publika destacan Avant Garde, la zona Re:lax, la actuación 100 años, 100 libros y la muestra Historias fotográficas. Avant Garde será el hogar de la arquitectura moderna, el diseño intemporal, la artesanía de alta calidad y la industria de vanguardia. La manera de mostrarlo es a través de historias de la vida cotidiana. En Re:lax los visitantes se encontrarán con una zona chillout en la que también podrán divertirse probando varios deportes tal y como los practicaban los antepasados checoslovacos: desde patines de hielo de la belle epoque a los pacatos atuendos deportivos con los que los atletas locales batieron récords mundiales.
Por su parte, 100 años, 100 libros es una celebración de la literatura checa y eslovaca que asaltará a los visitantes en cualquier lugar de la ciudad: fachadas, aceras, tranvías, billetes o souvenirs. En Historias fotográficas se ha invitado a los ciudadanos de la República Checa a compartir los álbumes familiares para componer un mosaico único de la vida cotidiana del último siglo.
El centenario va a salpicar toda la vida cultural de la capital, que incluye grandes eventos periódicos como el festival Ignis Brunensis, la Bienal de diseño gráfico y la bienal Brno de Janáček.
Funcionalismo y fortalezas históricas
Brno, con el sobrenombre de La ciudad de la música, forma parte de la Red de ciudades creativas de la UNESCO y es la joya agazapada del país. En el año de su despegue, la capital sorprenderá a los nuevos visitantes por su autenticidad, la arquitectura funcionalista y un ritmo de vida en el que conviven la actividad administrativa, un ambiente universitario y el hedonismo ciudadano. Brno es un destino ideal para practicar el slowtravel y enamorarse de la civilizada hospitalidad con la que se relacionan sus habitantes. Ese alma refinada que se detiene en los pequeños placeres se observa en el centro histórico, alrededor de la plaza Moravia y la Estación Central. Museos, como la Galería Morava o el Gran Centro de Exposiciones, tiendas, restaurantes y cafés de aire nostálgico salpican los paseos tranquilos a la sombra de castillos y fortalezas como los de Spilberk y Veveri y de la Catedral de San Pedro y San Pablo, del siglo XIII.El patrimonio funcionalista de la capital de Moravia siempre sube a la primera posición en el asombro de los visitantes españoles, poco habituados a este estilo constructivo en el que prima la función por encima de la estética.Tiene su máximo exponente en un cuarteto de villas: Stiassni, Löw- Beer, Jurkovic y Tugendhat, esta última considerada la obra maestra de Mies Van der Rohe, está protegida por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad. El estilo está también presente en uno de los restaurantes más fotogénicos de la ciudad, el Pavillon, y en el café Era, de 1929.