Spain
La excelencia de la gastronomía checa
Chequia no sólo conquista a los viajeros con su historia, sus paisajes, su arquitectura o sus gentes sino también a través de sus gastronomía.
Natural, fresca y marcada por la temporada, la cocina checa es, a pesar de su humildad, un pequeño compendio gastronómico marcado por notables influencias, donde se puede disfrutar de la buena mesa en cualquier momento del año. Desde la frescura de su primavera hasta la rotundidad de su invierno, Chequia no defrauda a los que desean descubrir un país a través del paladar y degustar los mejores platos. 

Sabores y gastronomía

La oferta gastronómica en Chequia es muy amplia y variada, y se puede degustar en diferentes ambientes. Mientras la cocina tradicional, en apariencia clásica y sencilla, se descubre en las tabernas, otros platos más sofisticados se sirven en refinados bistrós o restaurantes con estrella Michelin. 

Experiencia 1.

La sopa es la base de cada almuerzo típico checo. Prueba los distintos tipos de sopas y cremas, algunas incluso pueden servirse en una hogaza de pan. Nuestra recomendación: no te pierdas la crema de setas, llamada Kulajda o sopa de guláš. 

Experiencia 2.

Prueba algún plato tradicional checo como el guláš, el pato asado, la carne de cerdo asada con col agridulce rehogada o la salsa svíčková con carne de ternera y knedlík. Knedlík (dumpling, en inglés) es una guarnición típica de aquellos platos que llevan carnes asadas o carnes en salsa. Está elaborado a base de pan o patata y sustituye al pan en los platos principales.

Experiencia 3.

Degusta los refinados y sorprendentes sabores de la cocina tradicional checa de autor en bistrós y restaurantes. 

Experiencia 4.

Disfruta de las especialidades de la cocina tradicional que acompañan a la cerveza a modo de tapa. Salchichas encurtidas o marinadas, queso marinado, queso frito, queso de cerveza o pan frito con ajo y sal, son nuestras sugerencias.

Experiencia 5.

Atrévete con la comida callejera. Una salchicha (o un chorizo) con pan y algo de mostaza y rábano picante, una crepe de patata, un perrito caliente o un bocadillo de queso frito. Además, podrás acompañar estos bocados con una buena cerveza. 

Experiencia 6.

Disfruta del ambiente de los cafés históricos y de su variada oferta de cafés e increíbles tartas de frutas, chocolate y requesones. Si buscas un café con ambiente moderno –o incluso industrial o hípster– y baristas sofisticados, encontrarás varios lugares que te enamorarán. 

Experiencia 7.

La noche siempre es joven en las mayores ciudades del país. Prueba los combinados y cócteles elaborados con licores y aguardientes procedentes de Chequia. Pide un “beton” a base del licor tradicional Becherovka con tónica o un “bavorák”, a base de fernet con tónica. Los cócteles preparados con Becherovka, fernet o absenta te sorprenderán. 

Experiencia 8.

¿Buscas un producto local con denominación de origen? Deberías probar los famosos quesitos de Olomouc. Redondos y ligeramente picantes, son elaborados con leche de vaca en la Región de Olomouc desde hace más de 500 años. Para su fabricación emplean una cuajada desgrasada, por lo que, además de muy ricos, son ligeros.

Experiencia 9.

En las ciudades balnearias checas verás pasear a la gente disfrutando de las obleas tradicionales rellenas de diferentes sabores. Aunque lo más auténtico es saborear la oblea caliente en las columnatas de las ciudades balnearias, también se venden en cajas y puede ser un buen regalo para los que no han podido viajar hasta Chequia. Nuestra sugerencia: prueba los sabores de avellana o chocolate.