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Vías ferratas en Chequia
Una vía ferrata es un itinerario vertical u horizontal equipado con diversos materiales como clavos, grapas, presas, pasamanos, y puentes de alambre que permiten llegar con seguridad a zonas de difícil acceso para senderistas. En Chequia las más conocidas son la Ferrata de Děčín y la Ferrata de Hluboká, que se han convertido en experiencias adrenalínicas muy atractivas para todos los públicos.
Experiencia 1. La vía ferrata Pastýřská stěna (La pared del pastor) en Děčín
 
Esta es la única vía ferrata urbana de Chequia. Esta vía permite escalar un acantilado a través de 14 rutas de varios niveles de dificultad (algunas sencillas para niños o personas inexpertas). En las inmediaciones de la vía ferrata se puede alquilar todo el material de escalada, obtener guía y consejos. Lo peculiar de este camino equipado con soportes, barandillas y escalones es que se alza sobre la misma ciudad de Děčín ofreciendo unas vistas preciosas del palacio de Děčín y del centro de la ciudad rodeados por el río Elba.
 
Experiencia 2. La Ferrata Hluboká en Bohemia del Sur
 
La Ferrata Hluboká, una vía ferrata de 150 metros, es apta para toda la familia. Para los más pequeños es toda una aventura, ya que lleva por la roca encima del río Vltava.

Experiencia 3. La vía ferrata en el centro de Český Krumlov

Los viajeros que se acerquen a esta ciudad de cuento no sólo disfrutarán de arquitectura sino que podrán estrenar la vía ferrata Havranka. Dicha vía se sitúa en la pared rocosa de Havraní skála, en la ribera derecha del río Moldava, a escasos minutos del centro de Český Krumlov. Una de las peculiaridades de esta actividad es que, parte de la misma, transcurre por una doble pasarela colgante que, con sus 30 metros, es la más larga de la República Checa. Desde la cima, además, se puede disfrutar de una magnífica vista del palacio y del núcleo urbano de esta ciudad inscrita en la lista de Patrimonio Mundial de la Unesco.