En la gran mayoría de las metrópolis del mundo no falta un barrio bohemio: zona consagrada a la creatividad libre, al modo de ver el mundo con ojos de artista, mediante diversos géneros del arte. Praga no es la excepción. El barrio del arte en Praga se llama Art District 7. La creatividad aquí no tiene límites, la vida es muy real y su gente también.   



Happening sin fin

Holešovice, Bubeneč y Letná na Praze 7 es un destacado barrio de arte y creatividad con alta concentración de galerías, teatros, cafés e importantes instituciones culturales. No es de extrañarse, por lo tanto, que el ambiente en el Art District 7 sea tan similar a Berlín. Tan solo a unas pocas paradas de metro del centro de Praga encontrarás un mundo repleto de museos, galerías, teatros, cafés, restaurantes, clubs musicales, estudios creativos y zonas culturales híbridas. El carácter excepcional del Art District 7 se ha formado además por la combinación de instituciones oficiales, entidades corporativas de la industria creativa y empresas culturales creadas de forma comunitaria. Conforme a la evaluación de los travel‑blogers The Independent 2017, es el decimoquinto barrio entre los mejores en Europa.   

Centro de cultura y arte

Uno de los centros más auténticos es el Palacio de Ferias con su singular arquitectura y colecciones de arte moderno de la Galería Nacional. El espacio multifuncional Centro de artes modernas DOX fue abierto por iniciativa privada, como resultado de la reconstrucción de la antigua fábrica. La reconstrucción fue realizada en un estilo muy singular, como si la aeronave Gulliver hubiese caído sobre los edificios del centro. La estructura de la aeronave es de acero y madera, de 42 metros de largo, y funciona como zona alternativa donde el arte se compenetra con la literatura moderna. Muy cerca encontrarás el establecimiento creativo Centrum Vnitroblock que cuenta con un singular café, estudio de danza, zonas teatrales y de cabaré. El centro cultural Továrna Dělnická (la fábrica Dělnická) reconstruyó el edificio industrial y lo ha convertido en atelieres de artistas, espacios de exposición; en realidad es una plaza pública bajo techo.  El Mercado praguense multimedia es consagrado no solo al comercio, aquí también hay teatros, clubs y zonas para cultura alternativa. El puerto de Holešovice también se ha convertido en un auténtico centro comunitario. Bio Oko es un cine cuyo programa no se ajusta a la dictadura de los blockbusters. Un cine que no olvida el arte cinematográfico. El Museo Técnico Nacional es la mayor institución checa que se especializa en colecciones de museo de carácter técnico con una historia de más de cien años. No olvides dar un paseo también por el parque de Letná donde podrás ver una singular escultura cinética del metrónomo gigantesco.