Tres experiencias cerveceras imperdibles en Chequia

Pilsen es la cuna mundial de la cerveza tipo pilsner. Fue aquí, en 1842, donde Josef Groll elaboró por primera vez esta variedad dorada y refrescante que cambiaría la historia cervecera para siempre. Cada año, la ciudad lo celebra a lo grande con el Pilsner Fest, un evento que reúne a miles de personas para rendir homenaje a la tradición, el sabor y la innovación.

La experiencia comienza en la fábrica Pilsner Urquell, que abre sus puertas con visitas guiadas, catas directamente de los barriles históricos y talleres para conocer los secretos de la elaboración. Las calles del centro histórico se llenan de música en vivo, comida típica, concursos, desfiles y espectáculos de luz y sonido. Todo en un ambiente festivo donde se respira orgullo por la cerveza.

Pilsner Fest no es solo una fiesta: es una inmersión total en la cultura checa. Ideal para viajeros que buscan autenticidad, historia y, por supuesto, una buena cerveza servida como debe ser: fresca, espumosa y en excelente compañía.

A unos 80 kilómetros al noroeste de Praga se encuentra Žatec, una pequeña ciudad que guarda un tesoro: los campos de lúpulo Saaz, considerados entre los mejores del mundo por su aroma y calidad. En 2023, la ciudad y su paisaje cervecero fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, reconociendo más de 700 años de tradición vinculada al cultivo, secado y comercialización del lúpulo.

La experiencia comienza en el Templo del Lúpulo y la Cerveza, un museo interactivo que combina tecnología y tradición para explicar cómo una pequeña flor puede transformar el sabor de la cerveza. Se pueden visitar también antiguas secadoras, almacenes y fábricas de cerveza locales que siguen produciendo recetas artesanales.

Cada septiembre, Žatec celebra el Dozinky chmela o Festival del Lúpulo, donde la ciudad revive sus raíces con mercados medievales, espectáculos de folclore, conciertos y, por supuesto, mucha cerveza elaborada con lúpulo local. Es una oportunidad única para conocer el alma agrícola y artesanal de la cerveza checa en un entorno lleno de encanto.

Disponible todo el año

En Praga, la capital de la cerveza, existe una ruta tan original como deliciosa: el “zoo cervecero”, un recorrido que combina historia, sabor y un toque de humor al visitar fábricas y bares cuyo nombre evoca animales. El viaje comienza con el imponente León Negro Cervecerìa, un lugar que ha cambiado de vocación a lo largo de los siglos, y sigue con el Hipopótamo, escondido en un pintoresco callejón donde compartir mesa es parte del encanto.

Luego, el Gato invita a disfrutar de precios locales y ambiente auténtico, mientras que el Águila Negra sorprende con su ubicación en un elegante edificio art nouveau y una oferta cervecera de primera. El tour culmina en Basta Bansethú, donde además de cerveza lager y especialidades locales, se pueden probar productos horneados frescos. Una experiencia para saborear la ciudad de forma distinta, siguiendo un mapa donde los animales guían el camino.

Ya sea celebrando la pilsner original en Pilsen, explorando el legado del lúpulo en Žatec o brindando junto a rinocerontes en Praga, Chequia invita a descubrir su alma cervecera de forma divertida, educativa y deliciosa. Más que una bebida, la cerveza es una forma de vivir y compartir la historia, el paisaje y la hospitalidad checa.