Josef Gočár, uno de los más destacados arquitectos checos del siglo XX, ha dejado en Bohemia una huella indeleble – obras construidas en el estilo de modernismo y algunas de ellas figuran en libros de texto de arquitectura. Hasta el día de hoy, sus obras, especialmente las de la época de cubismo y funcionalismo, inspiran y reflejan la belleza y elegancia de las obras creadas durante la primera mitad del siglo XX.
De la secesión al funcionalismo
Josef Gočár se nació en Semín, en Bohemia de Este, en el año 1880. Estudió en la Escuela de Artes e Industrias en Praga, guiado por el excelente arquitecto Jan Kotěra al que posteriormente relevó como pedagogo. Pasó a ser profesor en la Academia de Artes Plásticas en Praga. Las obras tempranas de Gočár seguían influidas por la secesión ornamental, sin embargo poco después pasó a ser pionero en el funcionalismo que entonces estaba de moda. Desde ese tiempo, sus obras se caracterizan por líneas puras, simpleza y énfasis en la funcionalidad, siempre acentuando con un detalle artístico.
La Casa de la Madona Negra: una perla entre las perlas
La Casa de la Madona Negra en Praga evidentemente es una de las obras más populares y admirables de Josef Gočár. Es un edificio cubista, símbolo de la arquitectura moderna checa. En esta casa se encuentra el café Grand Café Orient donde puedes probar algo sabroso disfrutando del singular interior cubista y admirando la ingeniosidad de Gočár.
Edificios con un manuscrito inconfundible
Gočár se dedicaba también a obras monumentales. Su obra de los Molinos Automáticos en Pardubice del año 1925, demuestra que una obra técnica como un molino también puede tener valor estético. El edificio fue reconstruido y convertido en una galería y centro de cultura.
Un edificio significativo del periodo cubista es el Pabellón Gočár en Lázně Bohdaneč, mientras que la joya del funcionalismo es la Iglesia Gočár de San Wenceslao en Vršovice en Praga.

Hradec Králové: The Salon of the Republic
Josef Gočár was closely associated with the eastern Bohemian city of Hradec Králové, where he created numerous remarkable buildings, including the city’s urban plan and riverbank designs. Hradec is considered a city of modernist architecture from the 1920s and 1930s, earning the nickname "Salon of the Republic" thanks to Gočár's contributions. A stroll through the city reveals an urban design that still serves as a model for modern urban development.