El Festival Internacional de Música Primavera de Praga es uno de los principales eventos culturales de la República Checa. Presentando a los mejores músicos, orquestas sinfónicas y agrupaciones de música de cámara, el festival se ha convertido en un fenómeno cultural excepcional: ha sobrevivido a convulsiones políticas y profundas transformaciones culturales a lo largo de sus más de ocho décadas de historia.

Mucho más que música

Pero el festival no se limita a las salas de conciertos: los amantes de la música también están invitados a la zona al aire libre ČEZ frente al Rudolfinum, a seguirlo por radio o televisión, o a visitar el Prague Spring Art Salon, una exposición con destacados artistas visuales y diseñadores checos, que culminará en una subasta benéfica para apoyar futuros proyectos artísticos del festival.

Una mirada a través de la ventana del tiempo



El Primavera de Praga surgió durante las primeras celebraciones del fin de la II Guerra Mundial y, desde ese momento, ha atraído a aficionados de la música y a excelentes artistas. Su debut internacional, en el festival del año 1946 al 1947, fue protagonizado con el posterior célebre director Leonard Bernstein. 

Entre otros célebres intérpretes estuvieron, por ejemplo, los violinistas David Oistrach, Yehudi Menuhin o Shlomo Mintz. Pianistas como Svjatoslav Richter, Artur Rubinstein y Rudolf Firkušný. O los vocalistas Galina Višněvská, la cual encontró en el Primavera de Praga a su compañero profesional y sentimental Mstislav Rostropovič, Elisabeth Schwarzkopf, Dagmar Pecková y Magdalena Kožená, Peter Schreier, Luciano Pavarotti y Peter Dvorský.

Los conciertos y espectáculos que tienen lugar durante el festival se hallan por toda Praga por lo que, aparte de la buena música, también podrás descubrir las bellezas históricas de los monasterios, iglesias y museos. Sigue siendo el centro del festival el monumental Rudolfinum, ubicado a la orilla del río Moldava (Vltava) y la joya arquitectónica de estilo secesionista Casa Municipal (Obecní dům).