Jablonec nad Nisou, ciudad de Bohemia del Norte, es un lugar al que ya en el siglo XVII acudían joyeros y canteros para aprender su oficio. No lejos de Jablonec se encuentra Jiřetín pod Bukovou, donde nació Daniel Swarovski en 1862. Fue el hombre que construyó una marca que se ha convertido en un icono del mundo de la moda.
El Museo Jablonec posee la mayor colección de joyas del mundo y la mayor exposición de cristal de la República Checa. Sin embargo, no hace falta buscar la joya más grande entre los doce millones de objetos, ya que se puede ver desde la misma calle: el edificio del museo está adornado con una extensión de cristal, llamada el Cristal. Y como la victoriosa campaña mundial de la joyería de Jablonec se produjo gracias a buenos empresarios, éstos abrieron en Jablonec el centro de joyería Palace Plus, donde podrá comprar joyas, así como adornos navideños tradicionales de cristal o abalorios.
La belleza resplandeciente también viene de Preciosa, que fabrica lámparas de araña de cristal tallado en Kamenický Šenov, en el norte del país, cerca de la frontera alemana, donde una vez al año organizan una jornada de puertas abiertas dentro del IGS, el Simposio Internacional del Vidrio.
El Valle de Cristal y una historia de piedras artificiales
No lo encontrará en el mapa, pero existe: El Valle de Cristal, un lugar único donde nacieron las tradiciones vidrieras checas, se extiende desde las montañas Jizera y Lusacia, pasando por Jablonné en Podještědí hasta Desná y Turnov. El paisaje único se entrelaza con la pasión por la tradición y la artesanía vidrieras. El cristal checo nació en el Valle del Cristal hace más de 300 años, cuando los maestros vidrieros locales fabricaron la primera piedra tallada del mundo. Se utiliza en la fabricación de lámparas de araña y otros artefactos de iluminación que brillan desde Versalles hasta Dubai.
Daniel Swarovski, nacido en Jiřetín pod Bukovou, entró en el mundo de la fabricación de vidrio en la segunda mitad del siglo XIX y fundó un imperio de fabricación de cristal. No le bastaba con cortar el vidrio a mano, así que se fue a adquirir experiencia a las ferias de París y Viena, donde se demostraron los primeros motores eléctricos de la historia. Allí, Daniel Swarovski conoció al inventor František Křižík y construyó la primera máquina del Imperio austro-húngaro para cortar pequeños semiproductos de vidrio. Swarovski tuvo que buscar un lugar mejor, que descubrió a cientos de kilómetros, cerca de Innsbruck, en Wattens, Tirol. Construyó su propia central hidroeléctrica en el río Inn en 1895, alquiló una antigua fábrica de tejidos y construyó su propia fábrica de vidrio varios años después. La empresa Swarovski sigue existiendo hoy en día, y su sede se encuentra todavía en el mismo lugar. Además de las joyas que se pueden ver en los desfiles de Versace, Channel y Luis Vuitton, la empresa también fabrica arañas de cristal, lentes para gafas y prismáticos, apliques de luz y miles de productos más.
La belleza resplandeciente también viene de Preciosa, que fabrica lámparas de araña de cristal tallado en Kamenický Šenov, en el norte del país, cerca de la frontera alemana, donde una vez al año organizan una jornada de puertas abiertas dentro del IGS, el Simposio Internacional del Vidrio.
El Valle de Cristal y una historia de piedras artificiales
No lo encontrará en el mapa, pero existe: El Valle de Cristal, un lugar único donde nacieron las tradiciones vidrieras checas, se extiende desde las montañas Jizera y Lusacia, pasando por Jablonné en Podještědí hasta Desná y Turnov. El paisaje único se entrelaza con la pasión por la tradición y la artesanía vidrieras. El cristal checo nació en el Valle del Cristal hace más de 300 años, cuando los maestros vidrieros locales fabricaron la primera piedra tallada del mundo. Se utiliza en la fabricación de lámparas de araña y otros artefactos de iluminación que brillan desde Versalles hasta Dubai.
Daniel Swarovski, nacido en Jiřetín pod Bukovou, entró en el mundo de la fabricación de vidrio en la segunda mitad del siglo XIX y fundó un imperio de fabricación de cristal. No le bastaba con cortar el vidrio a mano, así que se fue a adquirir experiencia a las ferias de París y Viena, donde se demostraron los primeros motores eléctricos de la historia. Allí, Daniel Swarovski conoció al inventor František Křižík y construyó la primera máquina del Imperio austro-húngaro para cortar pequeños semiproductos de vidrio. Swarovski tuvo que buscar un lugar mejor, que descubrió a cientos de kilómetros, cerca de Innsbruck, en Wattens, Tirol. Construyó su propia central hidroeléctrica en el río Inn en 1895, alquiló una antigua fábrica de tejidos y construyó su propia fábrica de vidrio varios años después. La empresa Swarovski sigue existiendo hoy en día, y su sede se encuentra todavía en el mismo lugar. Además de las joyas que se pueden ver en los desfiles de Versace, Channel y Luis Vuitton, la empresa también fabrica arañas de cristal, lentes para gafas y prismáticos, apliques de luz y miles de productos más.
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