La cerveza es para los checos pan líquido
La relación entre los checos y la cerveza es delicada e íntima, son unos verdaderos entendidos y tienen donde elegir.
Por todo el país encontramos cientos de marcas regionales fabricadas en grandes y pequeñas familias de cerveceros.

La cerveza checa está protegida por la marca de denominación geográfica de la Unión Europea. Este honor no es gratis. Todo aquel que haga cerveza en Chequia hará todo lo posible para no desmentir su prestigio. Se dice que la cerveza Pilsen es un tesoro del país, pero en cada zona de Bohemia y Moravia se pueden encontrar cervezas originales, espléndidas y sabrosas.

Pilsen, la ciudad de la cerveza y la cultura

Cada checo dice con orgullo que la mejor cerveza del mundo se hace desde 1842 en la ciudad más grande de Bohemia Occidental, es decir, Pilsen. Esta ciudad cervecera sin embargo ofrece también una tradición cultural que le ha hecho merecedora del título de Capítal Europea de la Cultura 2015.
Estar en Pilsen y no visitar la fábrica de cerveza, ni degustar su cerveza mundialmente conocida, sería un pecado que no se podría perdonar. El mismo error sería no conocer el auténtico espíritu de la ciudad. Está en las paredes de las casas y en los espacios de las calles y las plazas y se puede sentir a cada paso. Pilsen tiene un alma artística y alegre y la reparte a manos llenas.

Arte a cada paso

Muchos destacados escenarios teatrales, la filarmónica local, galerías, cafeterías culturales, un sin fin de festivales de música, de teatro y de folklore, todo esto lo completa un trabajo artístico que de manera explosiva fluye por las calles. Aquí los aficionados principiantes muestran su arte, que oscila entre diferentes géneros, en la sombra de la catedral de San Bartolomé, en muchas avenidas principales, en parques o en clubes underground. Y cuando la persona ya está agotada de tanta cultura, siempre hay una estupenda y refrescante cerveza con su blanca espuma.

Recomendamos la visita a la fábrica de cerveza Pilsner Urquell, o al Museo de la Cervecería, que se encuentra en el centro de la ciudad. ¡Disfruta de la historia de la cerveza desde la Edad Media hasta nuestros días!

El paraíso de los gourmets

Los checos pocas veces se conforman solo con la cerveza. También son unos comilones reconocidos. La gastronomía local no va a ganar ningún premio a la alimentación más sana, pero es muy difícil resistirse a su tentación. Una parte importante de la gastronomía checa son los distintos tipos de sopa, sin las cuales los checos no consideran completa una comida. La especialidad más célebre son los knedlík, una típica guarnición checa que acompaña a la carne y a la salsa. Después la especialidad más ilustre es la svíčková - un solomillo de ternera con salsa de nata o el cerdo o el pato asados con col y por supuesto con knedlik. ¿Y algo dulce? Un estupendo pastel o, cómo no, knedlík, pero esta vez de fruta…           
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