¿Cómo es la cocina checa?

¿Cómo es la cocina checa?

El territorio checo cuenta con extensos bosques y un sinnúmero de ríos y presas, siendo esta la razón por cual, en la cocina checa destaca el procesamiento de todo tipo de carne de caza y pescado.

Los abundantes bosques de roble, antes se utilizaban para criar cerdos, de ahí que hasta hoy, la carne de cerdo constituye la base de muchos platos típicos checos. La cocina checa siempre fue más europea que típicamente eslava, gracias a la posición de Chequia en el centro de Europa. La cocina checa, siempre deliciosa, se fue enriqueciendo en la corte real, en particular, en la imperial, gracias, también a los casamientos internacionales de la nobleza checa, llegando a ser una cocina de alto nivel, en Europa Central.

Variada y simple

No son muchas las cocinas de diferentes partes del mundo que destacan por esa proporción tan equilibrada entre los platos que, antes, solo se veían en las mesas de los ricos y las comidas totalmente simples de los pobres. Y por eso, tanto un pedazo de cerdo asado como una simple tortita de patata representan perfectamente la cocina checa. Debido a cierto déficit de carne, el arte culinario checo incluye  platos típicos checos, tales como las bolas de masa de harina rellenas de fruta y bollos rellenos de mermelada y pasteles de fruta.

Bola de masa de harina – la reina de la cocina

La cocina típica checa ofrece un sinnúmero de excelentes salsas que siempre van acompañadas de la guarnición bolas de masa de harina knedlíky»). Los checos, los austriacos y los alemanes discrepan respecto al origen de esta especialidad, solo en Chequia se puede ver tanto en la carta de cualquier restaurante como en el hogar. Los restaurantes checos siempre ofrecen varios tipos de bolas de masa de harina, de panecillo o de patata. En un restaurante, el pato asado casi siempre va acompañado de ambos tipos de bolas de masa de harina y al menos dos tipos de col guisada.  Las bolas de masa de panecillo representan la guarnición tradicional para el asado de vaca con salsa de crema agria, el conocido solomillo de vaca (svíčková),  las bolas de masa de patata crean una combinación perfecta con la excelente carne ahumada con salsa de rábano picante. ¿Te gustan los dulces? Entonces no olvides probar las bolas de masa de harina rellenas de fruta con mantequilla y requesón o con las populares semillas de adormidera molidas.

Hierbas y especias

Las especias típicas en Chequia y Moravia son el comino y la mejorana, la carne de caza, siempre se prepara con enebro. De las hierbas verdes podemos mencionar el perejil, cebollino y apio de monte. También se usa mucho el ajo, naturalmente.

Pan y panecillos

El pan checo es más oscuro, se prepara con harina de centeno o la mezcla de harina de trigo y centeno. Muy popular es el pan que se fermenta con cuajo de centeno, el cual le proporciona humedad y sabor un poco agrio. En las mesas checas no pueden faltar los panecillos media luna y los bollos de harina con sal y comino.

No creas que la cocina checa es demasiado grasosa y pesada, solo los platos festivos son así, como mismo en cualquier otra cocina nacional. La cocina checa dispone de numerosos platos de vegetales, son ligeros y sanos, la carne de pollo, pavo y conejo también aparece con frecuencia. Si deseas probar platos checos genuinos, deberás ir a restaurantes de cocina checa, realmente buena. El logotipo Czech Specials te ayudará a seleccionarlos.