¿Cómo era antes la ciudad de Kroměříž? Te lo insinuará la última de las tres puertas municipales, la llamada Mlýnská, que históricamente lindaba con el viejo foso que protegía el palacio. Posteriormente se añadió el Colegio Arzobispal, que funciona hasta nuestros días y forma parte del patrimonio arquitectónico de Kroměříž.
Por la puerta Mlýnská pasaba el camino hacia los edificios señoriales, a la Casa de la Moneda de los obispos, al molino y a la cervecería. El arzobispo era el dueño de la puerta y su guardia  la vigilaba. En el año 1833, se cegó el foso de defensa y se construyó la casa de guardia y por el primer piso transcurría el pasillo desde el palacio y  la puerta  Mlýnská hasta la iglesia de San Mauricio.  De esa forma el arzobispo de turno podía pasar en secreto del palacio al templo. El pasillo atravesaba el Colegio Arzobispal, cuyo edificio era el convento o sea el seminario menor.