Este postre hecho de masa de levadura untado de miel se prepara según la tradición el Miécoles de Ceniza (Škaredá středa). Lleva el nombre del traidor de Jesucristo, judas - „jidášky” y tiene forma del laso como recuerdo al aquel con el que se suicidó Judas después de haber traicionado a Jesucristo. Se dice que quein se come uno al amanecer del Jueves Santo, estará salvo durante todo el año de la traición humana, picadura de la serpiente o de la abeja. Y si no apetece levantarse el Jueves Santo tan temprano, basta con que se desayune.


Ingredientes:
500 gr harina
70 gr mantequilla ablandada
2 yemas
300 ml de nata para cocinar
80 gr azúcar
25 gr levadura fresca
Una pizca de sal
Una pisca de nuez moscada molida
Piel rallada de ½ limón
 
Para untar la superficie: 2 cucharas de miel, 2 cucharas de mantequilla

Elaboración:
En un bol pequeño preparamos la masa madre: mezclamos levadura con una cucharilla de azúcar y 100 ml de nata. Dejamos reposar hasta que esponje. En otro bol más grande echamos el resto de los ingredientes, mezclamos y al final añadimos la masa madre. Amasamos unos 5-10 minutos. Dejamos descansar alrededor de una hora en un lugar cálido hasta que doble su tamaño. Después dividimos la masa en 24 trocitos iguales que estiramos y enrollamos en forma de nudos. Colocamos en una bandeja con papel de de cocina. Los nudos untamos con huevo y dejamos reposar de nuevo. Mientras tanto precalentamos el horno a 190 grados. Antes de meter los judas al horno, volvemos a untarlos con huevo. Horneamos unos 15 minutos.

Durante la cocción preparamos la cobertura para los pastelitos. En una cazuela echamos miel. Cuando se calienta, retiramos del fuego y añadimos mantequilla. Con esta mezcla untamos los judas recién sacados del horno.

Para comerlos, hay que esperar un poco. Se recomienda tomarlos completamente enfriados.